Como ya sabéis, para la mayoría de los empleados de ITC se acerca el horario de verano. Es un periodo muy esperado ya que permite una notable mejora en la conciliación entre vida laboral y familiar. No hay que olvidar que este horario se puede disfrutar gracias a que durante el resto del año se ha estado trabajando más de las 40 horas semanales preceptivas.
No obstante, esta época a veces coincide con un aumento substancial de la carga de trabajo que provoca que en algunos grupos la empresa decida instaurar la prolongación de la jornada de trabajo. Veamos algunas particularidades:
• Primero la empresa suele esperar a ver si la gente se queda por iniciativa propia. De ser así, todo eso que se ahorra de pedir. Pero como eso rara vez ocurre, entonces la empresa toma la iniciativa y comunica a los empleados implicados la cancelación, total o parcial, de su horario de verano.
• No te preguntan tu opinión, no fueras a decir que no. Simplemente te comunican tu nuevo horario como un hecho consumado. De hecho, ¿recuerdas que alguna vez te hayan dado las gracias por hacer horas extras?
• El miedo a que la gente se niegue es máximo (son grupos de personas y hay que pedírselo explícitamente). Es por ello más que por otra razón que la empresa suele ofrecer alguna pequeña compensación económica. Ésta en ningún caso se acerca a los términos dictados por nuestro convenio colectivo ni nada que se le parezca remotamente.
Por la presente, dada la negativa de la empresa a ceñirse al convenio colectivo (compensación mediante tiempos equivalentes de descanso incrementados al menos en un 75%), la recomendación del comité de empresa de ITC es que no aceptéis hacer ni una sola hora extra. Si la empresa os lo solicita, podéis inhibiros indicándole que se ponga en contacto con vuestros representantes para buscar una solución consensuada.
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